Hoy me escribió una vieja conocida:

Hoy me escribió una vieja conocida, y mi corazón se lleno de gozo, por tiempos pasados, aquellos tiempos que se roen entre las herrumbres del olvido que seremos, y cito:

"Querido hijo de puta,

 al ver al bastardo que sembraste en mi adolescente útero en esa noche que me embriagaste con alcohol etílico, te recuerdo, miro su nariz que es la misma tuya y me entran unas indescriptibles ganas de estrangularlo, pero algo me lo impide, algo indescifrable, ah, ya sé...Me rompiste la espalda con una sombrilla playera. Cambiar sus pañales, me recuerda a la época en que solía cambiar los tuyos, adjunto una demanda por alimentos. 

Cada noche sufro mucho, no puedo dormir, pensando que en tu boca se esboza una sonrisa, jodido hijo de puta.

Se despide, no sin antes desearte una muerte llena de agonía y pústulas. 

Gonzalo."

He aquí, mi respuesta:

"Hola, Gonzalo:

te reitero que tu condición de centauro te impide concebir un hijo humano, aquello que llamas "bastardo" no es más, que un mojón que cobró vida y extrañamente se parece a mí, como todos los mojones, me despido no sin antes recordarte que vivimos en la misma casa, y deberíamos dejar de usar esto para hablar."

B.B