un paréntesis

Me complace comunicarles que esto en definitiva es un paréntesis de la inmunda historia que planeo escribir:
Ayer, me encontraba pensando en cuanto me gustaría comprar una cerveza, y en que a los gatos les hacía falta una bolsa más de comida, así que poniéndoles el poquito de comida que tenían en la última bolsa en sus tazones, decidí partir, presuroso, pensando en la refrescante recompensa que conllevaría el ir por el alimento de mis gatos, me sentí responsable, tomé el dinero y salí, felizmente pude comprar todo, el problema vino al regresar: rápidamente introduje la llave en la cerradura e intente girarla, no funciono, así que volví a intentarlo fallidamente, entonces me dije a mi mismo: "mi mismo, no te preocupes, es la puerta, está dañada, es normal, pronto entrarás lo prometo", pero tras un sin fin de intentos, la promesa que me hice fue rota, me ilusioné a mi mismo, me engañé vilmente, en vano esperé un rato frente a la puerta, esperando a que algo pasará, nada, paso una hora, intente abrirla una vez más, esta vez con más fuerza y lleno de ira, cuando uno de los vecinos apareció por la puerta principal, su mirada sospechosa, y mi sospechosa actitud de intentar abrir una puerta por la fuerza,me condujo a desistir para siempre de mis intento, espere un rato más y en el profundo desespero intenté un: "alohomora" conocido hechizo de la popular saga de J.K Rowling, falló, y así di fin a mi sueño de ser un mago.
Resumiendo, el cerrajero llego horas después (creí que se iba a ver como el cerrajero de matrix), abrió mi puerta y me invadió una felicidad infinita... Hasta que vi la cuenta de su trabajo.


Disculpen los errores de ortografía, adherencia, cohesión, etc...









B.B